Siempre

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lunes, 16 de mayo de 2011

Yo, robot

El viernes mi hermana me llevó al médico regalándome su mañana. En su camioneta iba yo atrás, con mi ya famosa pierna doblada y cogida de donde podía con las manos. La espera y la consulta fue de pie, porque para mí ver una silla es como ver la picota. Hube de subirme a la mesa de exploración, menos mal por medio de un escalón, donde el doctor me hizo mover las piernas, hacer fuerza con ellas hacia arriba, doblarlas, y me tuvo que descalzar y calzar mis -oh vergüenza- horrorosos y viejos huaraches que fueron lo único que Diego pudo embutir en la mañana en mis inflamados pies, porque yo con trabajos llego a tocar mis rodillas. Le dije al doctor "Esta no soy yo, suelo ser más fuerte y menos horrenda".
Resultado: Que estoy mejor, dice. Que esto es muy lento, un proceso largo y que tal vez requiera terapia después. Que siga en reposo pero que puedo caminar, sólo que no largas distancias. A saber a qué le llama él largas distancias, para mí más de veinte metros ya lo son ahora.
Los días son difíciles porque no puedo ni debo hacer nada: ya leo, ya doy pasos de robot por el piso superior, mi mundo; ya veo una película, ya escribo, ya juego en la compu, ya me aburro, me deprimo y me desepero de no poder tomar algo del buró y tener que pedirlo. Las noches siguen siendo gachísimas pero he logrado dormir cuatro horas seguidas sin levantarme a dar una caminada para espantar el dolor.
Pero pongo buena cara, y trato de pedir la menor cantidad de ayuda posible. Me fijo en pequeños avances que me hablan de una mejoría. Por ejemplo, ayer en la tarde de repente me di cuenta de que me estaba sobando la pantorrilla derecha en su parte más superior, lo más abajo que he llegado, y creo que por la noche pasé un rato acostada de lado, cosa que me era imposible.
La casa me agobia, tengo que relajar mis estándares. Cuando me voy de viaje sin marido ni hijos dejo provisiones, algunos platos hechos en el refrigerador, compro cosas de fácil elaboración para sus disfrutes y muchos huevos, que siempre hacen falta, pero esto me cogió desprevenida. He pedido el súper por internet pero me enoja cuando comienzan a llamar que no hay esto que si se lo cambiamos por aquello. Entonces, ¿para qué carambas está en su catálogo con foto y todo? Vaya, que si una pide servicio a domicilio es porque está enferma u ocupadísima. La criada viene dos días a la semana pero es como si yo no estuviera y se hace taruga con un trapito (ahora me doy cuenta de que no hace nada cuando salgo);la ropa planchada del marido se acumula porque no la dobla ni guarda; mis perras se aburren solas toda la mañana igual que yo, ellas en el jardín y yo en mi cuarto enmi papel de Lorena Kahlo de Atocha.
Pero voy a mejor, lo que necesito es paciencia. Manden dosis, si les sobra un poco.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Lore Sabia!
Oye te llamo al rato nadmás que llegye a casa, y chateamos o algo va?
besotes
pau

J. Charrasqueado dijo...

¡Oh, mi pobre amiga...! He llegado resién y te hallo postrada en el lecho del dolor...
Pero parese que lo pior ya pasó y que empiesas a reencontrar el gusto por las cosas. Siempre ocurre así: primero la negrura de lo hondo del pozo y, poco a poco, la luna del brocal se nos va haciendo cada vez más grande, hasta que salimos a la plena luz.
Peor está una amiga mía que hace años sufrió una caída y se golpeó en el coxis. Desde entonces, ni un solo día ha dejado de sentir dolor y no logra encontrar una postura que la alivie del todo. Los neurocirujanos no se deciden a intervenir. Dentro de unas fechas le van a practicar algo indefinido...
La ves por la calle y crees que lleva un bolso cuadrado en bandolera. Es un cojín camuflado que la acompaña siempre, porque apenas resiste estar sentada en ciertos sillas del café, o del cine...
Ya ves que las hay que están peor que tú, Lore, que en pocas fechas vas a estar como antes.
Un saludo cordial, amiga.

P:D:_ Y a Miss Oaxaca le lees el reglamento. Si no cumple, que se vaya a podar el arbolón del Tule.

Ada Madrina dijo...

Querida Lore:
Me alegra que vayas mejorando, aunque sea despacín. Yo te enviaría un poquito de paciencia, pero, lamentablemente, la necesito toda. Tengo padres octogenarios y pachuchinos, con mamá dependiente debido a deterioro físico y cognitivo; trabajo cara al público desde hace mil años, con el consiguiente desgaste, y ahora, con las votaciones a la vuelta de la esquina, tengo que soportar la ruidosa publicidad de los partidos políticos y los irritantes mensajes de todos los oponentes a mis candidatos. Con todo ello, tengo la piel apergaminada de eccema, las cervicales contracturadas, la zona lumbar hecha polvo...
Dicen que mal de muchos, consuelo de tontos, pero yo creo que es muy humana esa necesidad de sentirnos acompañados en el sufrimiento, ¿no?. Sí, ya sé que te sería más útil alguien que te acompañara y aliviase tu aburrimiento. ¡En fin!
Al menos, una buena noticia: parece que F. ya está de vuelta, con sus personajes y su extraordinario y agridulce ingenio. ¡Óle!
Por cierto, estoy leyendo el libro de X.N. Riesgo, "Escrito na ceniza", y me está gustando mucho. Cuando lo termine, os contaré, allá por aguas cantábricas. También tengo a la espera el último de Javier Marías, que obtuvo muy buenas críticas(entre ellas la de mi marido, que os aseguro es muy, muy fiable): El título ya es sugerente: "Los enamoramientos". No, no os asustéis, nada "pastelero", ¡es Javier Marías!
Un cuidadoso abrazo a la enfermita, y un afectuoso saludo al querido Sr. Charrasqueado.

Manuel Menéndez dijo...

De comer no te me quejes que te tengo consentidota hasta con pasteles. ¿Cosas de sencilla preparación? ¿Quién crees que soy, Pipa o Diego? Nada más porque no me dices que quieres del Sumierda o de la Comer... Yo encantado de ir: comida y señoras.

Tu tranquilita, eh?

Anónimo dijo...

la verdad me apetece más un pie helado de esos gringos como fuffies, como de limón con cream cheese, con blueberries, whipped cream y tal vez walnuts. Oye, cada quien su sentido de la nutrición, ¿no? Un respeto! Y sí que pido cosas fáciles: bisteks, carne para hacer hamburguesas y tal. Oslo
Lore Kahlo de atocha

Anónimo dijo...

Sabia espero que te sea mas leve de lo que suena entiendo que alguien tan acostumbrado a andar del tingo altango como tu este mordiendose las pestañas

a escribir querida esa creatividad increible que tienes que salga y te lleve lejos de tus dolencias.

un abrazote.
turo