Siempre

Siempre

domingo, 23 de mayo de 2010

Pozi. Poco sueño estas noches tropicales que ya se están pasando de temperatura. ya van mucho más allá de aquellas tibias de Ipacaraí y con el clima se excitan los moscos, y como una saca la patita como el periquito, fuera de las sábanas para coger fresquito, le pican en los dedos y en la planta (ouch).
Luego, como ameno despertar, la guacamaya del vecino, que seguramente está cruzada de guajolotón, da unos gritos que no son normales y que me sobresaltan. Son una mezcla entre el ruido del zoológico de Tuxtla, una película de Tarzán y rechinidos de alguna fábrica automotriz- A las 7 am en domingo. Nada que ver con mis loros, tan educados que no gritan sino hasta que de plano se le hizo tarde a su mamá (Manolo) y ya tienen mucha hambre y ganas de salir. Percy avisa cuando pasan las águilas con un crujidito tipo prrrr prrrr que no molesta y Concho, cuando quiere que le hagan caso, grita "Holaaaaaa Holaaaaaa" con su voz de señora. Los australianos gorgojeyan y los canarios pían. Muy correctos en sus emisiones sonoras mis bichos. Es casi como despertarse a mentadas tras de haber dormido poco. Palabra scout que no son preocupaciones lo mío sino tropicaciones nada más.
Porque hay veces en que la vida nos pide mejor ocuparnos de tarugadas y no sudar las cosas grandes, que en realidad van caminando en buena dirección y así nos evitamos agobios, aplastamientos de moral y hasta insomnios nerviositos, que son peores que los climáticos (y que los climatéricos, asegún sé).
Porque hay ocasiones en que una debe cerrar los ojos y abrir el vino. Porque a veces una debe cerrar la puerta y abrir un libro. Porque a veces hay que ponernos en plan no egoísta sino confortable, y detenerse a oler las flores. Aunque parezca paradójico, se aprovecha mejor el tiempo y se rinde más cuando hay que rendir, con la ventaja de que haciendo esta pausa se ve con más claridad lo que se tiene, y se abraza y se le consiente y hasta, si decidimos levantarnos tantito del diván, se le lleva una cerveza, o se les guisa un solomillo, o se les da un pellizquete.
Porque hay días en que lo mejor es alejarse del planeta, pero felizmente, no huyendo.
Porque hay noches de insomnio seguidas de días de siesta y eso equlibra la vida más que el Zen.
Y estas son de esas noches.

FLASH DE ÚLTIMA HORA: HA LLOVIDO TODA LA NOCHE Y HA AMANCIDO SOLEADO. ESPEREMOS QUE SEA YA EL INICIO DE LA TEMPORADA DE LLUVIAS O TIEMPO DE AGUAS, COMO DECÍA MI ABUE.
2° FLASH: VENDO LIBROS.

domingo, 9 de mayo de 2010

Los aguaceros de Mayo

Nublado, y se oyen truenos. Tláloc quiera que llueva y bien. Que comiencen esos aguaceros de mayo cuya canción ya nadie recuerda, sólo los guardianes de los acervos; estos que decimos alza tu pieza y no me dilato, sólo por el gusto de mantener vivas las expresiones.
Vengo llegando de la ciudad donde dicen pues'n y donde las viejitas se llaman Paz'n. De la ciudad de José Clemente Orozco cuya obra acabo de admirar. Nunca volveré a ver tantos Orozcos'n juntos'n y con la suerte de que era la última semana en el Cabañas'n y que viene una exposición de Botero que ni me gusta. Éjele.
Allá tampoco había llovido y los 35° pesaban. Las aceras son como radiadores que le van a una quemando hasta el calzón y atravesar la plaza Tapatía sin camello no es fácil. Nada que no aliviara una Pacífico, un jugo de lima o una nieve de tejuino, pero antes de llegar al oasis y beber la cosa está que arde. Y sigue siendo una bellísima ciudad, con todo y su tráfico y crecimiento, llena de cosas bonitas y como para madar a mis hijitos porque sobran las muchachas bonitas y altas.
Y heredé más muertos. Mi madre se ha dado a la tarea de heredarme sus muertos. Ya el año pasado me pasó la estafeta de unos bisabuelos suyos del panteón de Belén, que cerraron en 1894, y ahora me entregó otros del de Mezquitán que abrió en 1896. Su abuelo, su tía abuela, pelirrojos. El calor y el suelo calizo me hacen pensar que si los saco encontraré momias tipo Guanajuato. Ni modo, quedaré de guardiana de los sepulcros como otra función mía en la tribu.
Y volví a ver a una pareja de tío y tía de allá y a mis primos sintiendo como que los había dejado de ver ayer. Amorosos y lindos, cómo no.
Y lo bien que dureme uno cuando está de vacaciones, puro paseando, y nada más regresar, aunque vuelve una a brazos amados y a lo suyo, también regresa a las preocupaciones.
Y una que es tan mona y se portó bien con su mamá y le tuvo la paciencia del siglo; y la mamá que se comportó también y no se torció nada esta vez; y la gente que sonríe, cede el paso y dice buenas tardes en la calle; y las aceras de cuadritos rojos; y las donitas y hasta el olor de los lonches que ni me gustan. Volver a Guadalajara es volver un poco mi niñez y volver a la niñez es volver a reírnos de nada y de todo.
Día de madres: Yo me hago taruga, odio esa celebración por machista y cursi y como ya no me quiero gastar en explicaciones como cada año, sólo me hago mensa... o ya que me están vacilando mis hijos con que me van a poner "las mañanitas" y todo, tal vez me una a la celebración un día de estos y les pase el recorte del anuncio del periódico de la agencia Jeep que dice "cámbiale el coche a mamá", o el del de Mexicana de aviación: "manda a volar a tu mamá", y aprovechando la coyontura me vaya a Águilas, Murcia con mi cómplice y corresponsal de por allá. He dicho.
Sabiduría de hoy: Hagan algo que los regrese a la niñez un poquito, aunque se ensucien o mañana no puedan caminar.
Frase en boga: Que llueva que llueva la vieja de la cueva...
Cuatro despedidas las tengo para ti escritas.

domingo, 2 de mayo de 2010

¡Mi cava está sufriendo de escasez! Habrá que surtirla como habría que surtir el tiempo con cosas agradables. Eso ya lo hago yo, antier yendo por la calle en el coche me encontré haciéndole caras a unas viejas y me comencé a reir al darme cuenta de que me sigo divirtiendo con lo mismo que me divertía de chiquita. Y como fue día del niño pues me dije que seguramente mi niña exterior está más viva que nunca. Qué bien. Seguiré con ese espíritu que es la ostia para batear problemas y agobios, además, a mí eso de las mortificaciones tipo mi abuelita, mi mamá o Sara García no se me dan mucho; no son mi estilo. Muera la amargadencia.
Estoy viendo la tele (La Familia Pérez, Joaquín Pardavé, Sara García, Beatriz Aguirre) y sacan un spot en recuerdo de Carmelita González, la actriz que acaba de morir y pone "valuarte del cine nacional" ¿Será que valía su arte? Lo malo de saber leer es que lee uno cada cOOoosAAAa.... Ya estaría de Dios.
Y como la vida es sueño y soñar no cuesta nada, me fui al concurso de elegancia, pero no de señoras fufurufas, sino de automóviles antiguos. ¡Ay cómo me gustan algunos!, los prefiero mil veces a los de ahora. Cuando iba con mi papá a alguna exposición de ese tipo, me reía de que de cada carro hacía un cuentote: que si estos eran buenos porque tenían tal motor, que si aquellos salían malos de la transmisión, que si el Güero tenía uno de estos y él uno como este.... Pues ahora así estábamos nosotros. Se siente uno momia egipcia cuando ve en plan antigüedades los coches de su infancia, pero ver los de cuando una ya manejaba es digno de la prueba de carbono 14. En fin, vi iguales a mi Caribe (se llamaba Chencho, Indecencio Menéndez), al Renault 12 del marido, al Safari que le regalé yo. Eso aparte de los cuarenteros y cincuenteros que adoro; otro Cadillac 59 me enamoró. No tengo remedio. Sin embargo, recordé una frase de allá de mis mocedades que nunca entendí bien si era para conformistas o qué: "No es necesario poseer las cosas bellas, basta conocerlas y amarlas" (Gibrán Jalil G. -era jaladín, se reconoce). No nos quedamos a ver al Juli porque el marido tenía reunión con sus hermanas. Ni modo, pa l'otra. Mijo mayor me dice "qué le ven a ese marica" y yo le digo si no quiero besuquearlo, vaya, sólo lo vería actuar.
Guadalajara: de nuevo la ciudad más bonita del país me espera. Nos vemos el miércoles, firma de autógrafos incluida.
Consejo baratito (no es made in China): aprovechar cuando hay tranquilidad mental para crear, hacer esos trabajos que se pone una sola, que salen mejor con calma. Guardar el "trabajar bajo presión" para el trabajo remunerado que nos ponen los clientes o los jefes.
Ya con esta me despido pero pronto doy la vuelta.