Siempre

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jueves, 19 de mayo de 2011

Ciencia ficción

Siempre dije que donaría mi cuerpo a la ciencia ficción, y hoy lo viví un poco.
Como a estas alturas del tratamiento y del reposo debería yo estar más buena y lista para rehabilitación, ya no debería tener tanto dolor al moverme, me mandaron una resonancia magnética. Acudí, pues, a la hermosa y antigua casa en que está el centro de diagnóstico y me distrajeron de mis penurias los estucados, los vitrales y la duela de marquetería del suelo. Me metí a un vestidor donde débía despojarme de mis vestimentas y ponerme un traje de papel. Me quité mi pantalón jalándolo con mis mismos pies pero no hubiese podido ponerme el desechable, así que, como la parte superior me daba debajo de las rodillas, me quedé así como en vestido prehistórico. Total, no iba a concursar para Miss Sinaloa.
Dejé mis pertenencias en un locker tipo escuela gringa y entré. Con algo de trabajo me acosté en una camilla frente al gran supositorio que es el escáner y un amable técnico me tapó con un cobertor muy suavecito y acogedor. Pensé dormirme allá adentro. La camilla, sola, se introduce en aquello y uno se queda media hora en un viaje psicodélico fantástico. Primero decidí no pensar en el aparato como un catafalco, sino como el vientre materno, donde seguramente estuve muy agustito alguna vez, pero el ruido, el olor, la temperatura y el color eran como de un avión así que elegí que era un habitáculo de esos en que enviarán a los astronautas dormidos en viajes de años de duración. Con esa mentalidad, disfruté horrores el viaje alucinante. La media hora se me fue volando con tantos efectos de sonido.
Mientras yo estaba ahí, de donde salí relajada como si hubiera estado en un spa (lástima que sea tan caro el escáner este), Manolo se pasó conversando con una muchacha muy bonita que acompañaba a su bisabuela a los análisis. La viejita temblaba de miedo y le informé de mi deliciosa experiencia para ayudarla a tranquilizarse. Le he dicho mil veces gracias a Manolo que me ha pastoreado todo el día, pero es poco, mándole el miluno desde aquí.
He tenido hambre todo el día, espero sea de felicidad.
Sabiduría y enseñanza de hoy: ya que estamos en un camino, hacerlo lo mejor que se pueda.

Petición a mis cuates: Los resultados hasta mañana en la tarde, por fa pidan que no sea hernia de disco.

1 comentario:

Manuel Menéndez dijo...

De naaaaaaaaaaaaaaaada♥