Siempre

Siempre

lunes, 27 de abril de 2009

Nombres

¡Qué bueno que no me llamo Ifigenia! Si, no, cuando alguien dijera "ya llegó la Ifigenia", la gente se pensaría que dijeron "la epidemia" y me quedaría sola como el perico sin que se me saludara. Preferiría Eréndira, ya de perdida.
Tampoco, porque si fuera perdida me auto-pondría un nombre exótico, con mas "punch".
Y para que digan que los nombres no significan nada, mi perrita Chicha en el nombre lleva la maldición: tiene unos bultos feos en una ídem. De por sí tiene siete en lugar de seis. Al rato la llevaré al ginecoveterinario a que le vea y nos diga qué. Parece que no le duelen, no está alicaída. ¿Vale decir alicaída en un perro o sólo puedo usar ese término para el perico? Mejor diré paticaída, que en el caso de Chicha es un decir porque sus patas son la pura simulación. ¡Cuántas dificultades entraña nuestro idioma y cómo sufro con ellas!
Dado que no hay escuelas ni tránsito aprovecharé ya que voy por la Del Valle de sacar hartas copias que necesito y tal vez halle donde estacionarme.
No sabemos esta vez qué opción es válida: a) el gobierno minimiza y esconde datos como lo ha hecho siempre con el número de casos, muertes, tal como hizo en el terremoto del 85; b) por el contrario, la cosa no es pa tanto pero el gobierno nos distrae de sus taradeces con ello; o c) los medios aprovechan para hacer amarillismo y que todos estemos viendo, oyendo y leyendo sus noticias. Decir "no sabemos" es muy cuesta arriba para alguien tan sabia como YO.
Sabiduría de hoy: Cuando oigas la nariz de tu vecino moquear, pon la tuya a desinfectar.

lunes, 20 de abril de 2009

¡Que llueva la vieja de la cueva!

Gracias a San Expedito, nuestro nuevo santo patrón cuya dedicación y día fue ayer 19 de abril, parece que al fin lloverá. Nos dicen que la temporada de nortes había terminado y esta nublazón, este fresco, viento y agua son un NORTE que viene de Veracruz. Gracias a San Expedito tampoco volveremos a Veracruz ni por el cambio. Repetimos por milésima vez "Acapulco, here we go!"
Listo el viaje: Habiendo regresado de Acapulco, a ver (reencontrar) a Ceci, mi prima que ya más que prima hermana parecía prima lejana. Lili y yo, mochilas listas. Otro girl's weekend. ¡¡Yupi!!
Y yo, yo que soy tan sabia, no sé si tengo náuseas o estoy deprimida, imagínense si fuera taruga. La cosa es que "no me hallo". Tengo por hacer (y prometo hacerlas) hartas cosas y nomás no doy una. Se me pasa hasta desayunar a veces. Se me olvida hablarle a mi hermanito, buscar un casette antiguo, escanear unas picchuras, etcétera y súper etcétera. Abulia, decidia, baquetonería y polotronez total.
Lo bueno: Volvió la UNAM a clases y con ellos Diego. Lo malo es el tráfico.
Lo regular: Ya abrieron los concursos de novelas pero con eso de que una ya no cree ni en la paz de los sepulcros no sabemos si es buena o mala noticia, de ahí que la clasifiquemos como regular.
Lo peor: tengo que pagar la tenencia. Tanto para mantener unos juegos olímpicos que apenas medio vi porque era muy niña.
Sabiduría de hoy: Cuando veas las canas de tu vecina pintar, pon las tuyas a remojar.

lunes, 13 de abril de 2009

Este blog se retrasó.
Claro que hay cosas peores que se pueden retrasar como la regla o las tarjetas de crédito, pero en este caso es por los rescoldos de la Semana Santa.
Y abro mi email y me han enviado un aviso de que no hay que consumir productos lácteos que vengan de la China porque traen melamina (de Ponderosa) por ejemplo, dice, el "coffee mate". Para que se vea lo amarillista de estos mensajes, el coffee mate no es de leche, es de grasa vegetal, si no, traten de usarlo: pueden acabarse el bote que el café jamás se hará cremoso, sólo mantecoso y algo turbio.
Me hartan estas alarmas, si les hiciera caso ya no tomaría leche (ni quesos, yogures, mantequillas, helados) porque me da algo llamado lactontería; ya no consumiría carnes rojas por temor a volverme comunista; verduras menos porque las envenenan con pesticidas y fertilizantes químicos que harán que mis descendientes tengan cuatro orejas que además, serán sordas; jamás tomaré alcohol, refrescos embotellados ni agua, porque me dará la hepatitis, la hidropesía y una hernia del tamaño de un chaac mol; no caminaré encima del cemento de la acera porque irradia lepra y tampoco tendré mascotas porque transmiten el síndrome de cuatro patas. Si hago caso de todos los emails sólo me quedará fumar, que a nadie se le ocurre, eso sí, advertirme de que si me engancho al cigarrillo se me arrugará la boca (too late I'm afraid).
Tampoco me avisaron que se terminó la semana santa y que había que trabajar. ¡Hombre! ¡No hay que ser!
Por si las dudas, sabiduría gratis: No por mucho trabajar se acostumbra una.
Mantra de la semana: El que quiera azul celeste, que no apeste. Con el calor y la falta de agua, es muy ad hoc.


lunes, 6 de abril de 2009

Paella, Semana Santa y la vida

Otra vez llegan a mi vida, y a la de todos, estos días muertos. No sabe una si es domingo o sábado y mucho menos que es lunes.
Pero se disfruta, con todo y calorón. Ayer fui a la presentación de un disco altamente recomendable (Querencia, del Terceto de Guitarras de la Cd de México) y el sol fue moviéndose, entre acorde y acorde, hasta empezar a freir mis hombros y mi rabadilla, que están más o menos acostumbrados, pero la anatomía, el termostato del marido y sobre todo su epidermis no soportaron, por lo cual movimos las sillas y las pusimos debajo de una palmera. No nos zurraron las palomas, aplaudimos gozozos y regresamos con la falsa promesa de lluvia: nos cayeron tres gotitas microscópicas.
Paella gigante: pensamos que dos kilos de arroz y tantos tropiezos necesitaban una paella más grande y compramos una que hará morir de envidia a la Casa Juan. Ahora donde necesitamos más capacidad es en el estómago.
Reencuentro de la vida: La vida, que a veces es muy generosa y otras francamente regiomontana, me hizo reencontrarme con mi prima Cecilia. Es una felicidad enorme. Gracias, Doña Vida.
Sigo queriendo mi tatoo pero también sigo queriendo no tener razones para discutir y pelear. ¡Oh contradicciones del espíritu! Hasta tengo visto el salmoncito hace años, de colores, muy coqueto y pequeñín como un charalito.
Sabiduría para los días muertos: Revívanlos haciendo algo que les gusta y que hace años no hacen: ¿jugar volleyball?, ¿dibujar con prismacolor?, ¿tomarse una chaparrita de mandarina?, ¿ver El libro de la selva?, ¿jugar Turista?, ¿cantar con la guitarra?....
Si hacen la visita de las siete casas, incluyan la mía, siempre hay café.