Una aventura a tu alcance

Hoy les tengo la sugerencia de una aventura económica y divertida; la llevé a cabo el miércoles en plan viaje de inspección.
Salida de Coyoacán, destino el Auditorio Nacional.
Se coge el metro en la estación Coyoacán, con el atractivo de pasar por los puestos de tacos del Chupacabras, donde cada paseante trata de romper el récord de tiempo sin respirar. Yo aguanté media cuadra, corriendo, lo cual no está tan mal considerando mi edad y mi tabaquismo. Una vez en el metro, admiraremos a los vendedores de CDs de música que anuncian su mercancía a grito pelón y a volumen total: "270 canciones de Radio Universal por diez pesooooos Ledsepeliiiin, los Biyiiiis, los Bicles y máaaas" Difícil es resistir comprarlos. El trasbordo en Centro Médico es lindo porque le caen a uno goteras de a saber qué miasmas, menos mal que se siente uno tranquilo porque abordan trescientos cuarenta y dos estudiantes de medicina, por si algo se ofreciera. De ahí a Tacubaya todo es coser y cantar, a ritmo de los mismos vendedores de música y videos. Como va uno parado, baila a ritmo del disco de canciones infantiles que "le contiene al topoyiyo y la jeidiiii". Muy animoso. En la estación puede uno comprar souvenires como el paquete Marinela baratazo, o pizzas personales a quince pesos, para llevarle a los niños. De ahí a Auditorio es posible hacer el trayecto sentado, lo cual da oportunidad de ver a la gente: todo un show.
El regreso, cargando los libros que compremos en la venta de los saldos de las editoriales, se va en un periquete y con suerte se encuentra uno a dos o tres limosneros que, con sus hermosos argumentos, harán las delicias de los viajeros.
Costo total del viaje: cuatro pesos viaje redondo. Llevar dinero para libros, souvenires, discos y café. Muy recomendable si no tiene tiempo uno de ir a la India o a Somalia este verano.
CONSEJO GRATIS DE HOY: Si toman no manejen; si manejan no tomen. Es decir, váyanse a pie al bar.