Siempre

Siempre

domingo, 2 de mayo de 2010

¡Mi cava está sufriendo de escasez! Habrá que surtirla como habría que surtir el tiempo con cosas agradables. Eso ya lo hago yo, antier yendo por la calle en el coche me encontré haciéndole caras a unas viejas y me comencé a reir al darme cuenta de que me sigo divirtiendo con lo mismo que me divertía de chiquita. Y como fue día del niño pues me dije que seguramente mi niña exterior está más viva que nunca. Qué bien. Seguiré con ese espíritu que es la ostia para batear problemas y agobios, además, a mí eso de las mortificaciones tipo mi abuelita, mi mamá o Sara García no se me dan mucho; no son mi estilo. Muera la amargadencia.
Estoy viendo la tele (La Familia Pérez, Joaquín Pardavé, Sara García, Beatriz Aguirre) y sacan un spot en recuerdo de Carmelita González, la actriz que acaba de morir y pone "valuarte del cine nacional" ¿Será que valía su arte? Lo malo de saber leer es que lee uno cada cOOoosAAAa.... Ya estaría de Dios.
Y como la vida es sueño y soñar no cuesta nada, me fui al concurso de elegancia, pero no de señoras fufurufas, sino de automóviles antiguos. ¡Ay cómo me gustan algunos!, los prefiero mil veces a los de ahora. Cuando iba con mi papá a alguna exposición de ese tipo, me reía de que de cada carro hacía un cuentote: que si estos eran buenos porque tenían tal motor, que si aquellos salían malos de la transmisión, que si el Güero tenía uno de estos y él uno como este.... Pues ahora así estábamos nosotros. Se siente uno momia egipcia cuando ve en plan antigüedades los coches de su infancia, pero ver los de cuando una ya manejaba es digno de la prueba de carbono 14. En fin, vi iguales a mi Caribe (se llamaba Chencho, Indecencio Menéndez), al Renault 12 del marido, al Safari que le regalé yo. Eso aparte de los cuarenteros y cincuenteros que adoro; otro Cadillac 59 me enamoró. No tengo remedio. Sin embargo, recordé una frase de allá de mis mocedades que nunca entendí bien si era para conformistas o qué: "No es necesario poseer las cosas bellas, basta conocerlas y amarlas" (Gibrán Jalil G. -era jaladín, se reconoce). No nos quedamos a ver al Juli porque el marido tenía reunión con sus hermanas. Ni modo, pa l'otra. Mijo mayor me dice "qué le ven a ese marica" y yo le digo si no quiero besuquearlo, vaya, sólo lo vería actuar.
Guadalajara: de nuevo la ciudad más bonita del país me espera. Nos vemos el miércoles, firma de autógrafos incluida.
Consejo baratito (no es made in China): aprovechar cuando hay tranquilidad mental para crear, hacer esos trabajos que se pone una sola, que salen mejor con calma. Guardar el "trabajar bajo presión" para el trabajo remunerado que nos ponen los clientes o los jefes.
Ya con esta me despido pero pronto doy la vuelta.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

a mi me gustan todos los coches, ha de ser porque como no tengo pues ya quisiera tener el que sea, menos el hot wheels porque no me gusta jugar carritos,
Y oye, me traes algo de guada
Pau

Manuel Menéndez dijo...

A diferencia de Pau, a mi sí me gustan los Hot Wheels, especialmente porque no contaminan y hay hasta modelos de letrinas (el Pancho movil)

Ver que los autos de la época de uno ya traen placas de auto antiguo ha de ser extraño, como que lo ha de poner a pensar a uno. Yo no me preocupo, los modelos de 1971 no pueden traer esas placas aún, faltan 15 años para que los autos de mis tiempos sean antiguos.

¿Me vas a dejar con Diego y Pipa el fin de semana? ¡Que horror! A ver que invento para tenerlos ahí calmaditos.

Anónimo dijo...

Sigo teniendo dudas cromático-verídico-capilares.

Gachu del Pino dijo...

He caído en la cuenta de que Lorena nos vacila con la foto de la nena pelirroja, que no es tal, porque la rojez del pelo es consecuencia de cierto filtro fotográfico.
Pero lo más asombroso y rebuscado es que haya utilizado una fotografía infantil de nada menos que...¡¡¡Jackie Kennedy!!!
Fíjense si no en lo separado de los ojos.

Lorenitachula dijo...

Jo
Mi padre era un papá clasemediero y la foto es de los años sesentas, esto es, no tenía filtros y si lo hubiera usado, no se vería mi cara roja y el uniforme escolar morado en lugar de azul? pongo por testigos a mi hermano mayor y a mi santa madre

F dijo...

Entonces me voy a tener que creer del todo la parábola de la ardillita roja que miraba a lo alto en el Hospicio Cabañas.
Pasa con los surre que de puro decir floridas invenciones no nos creen ni las verdades de la Biblia (esas sí que son verdades).
Te restituyo el porfiado crédito, profesora. Nunca más osaré poner en duda tus asertos.
Aunque ahorita te queda la ardua tarea de explicarnos cómo esos ojos tapatíos de la nena se ha tornado en esos globos garzos (un poco saltones, pero bellos) de la Lorena adulta.