Siempre

Siempre

domingo, 18 de abril de 2010

¡Uf! ¡Vaya quincena....!
Pa empezar los famosos April showers, lluvias aisladas de abril que siempre caen pero de las que nadie se acuerda al año siguiente agarrándonos desprevenidos. Otra corroboración de que el tiempo es hombre y de ahí su naturaleza indecisa y veleidosa.
Luego las bolsas que truenan (las de valores, no las de mi mandado).
Más luego la perrita salchicha cuyo trabajo es entretenernos está dando el viejazo: reumatismo generalizado.
Para el penúltimo día, dícese antier, celebraba yo si no por todo lo alto sí por todo lo regular mi aniversagrio de casada (no es dedazo), cuando me entero de que el dizque gobernador, jefe del Distrito Federal o como se le diga ahora al Regente o Gerente de la ciudad, el tal Ebrard, cuya función en la vida es convertir la ciudad en circo, dice que a partir de junio en esta mi calle, frente a mi casa de adocreto y flores, pasará una ciclovía. Esto significa montón de gente andando en bicicleta, desde ningún sitio y hacia ningún lugar, a lo tarugo, dejando su tiradero de bolsas de papitas, vasitos desechables y toda suerte de miasmas y porquerías, además de que los que aquí vivimos y que pagamos el predial carísimo y por centímetro cuadrado no podremos estacionarnos frente a nuestras casas. Túveme que unir al pie de guerra. Ni modo, no es cosa de dejarse.
Luego, cuando disponíamos a descansar y estaba yo en traje de noche o sea pijama, problemón total y uno a pinchemil kilómetros sin poder hacer mucho más que escupir ideas y jalarse los pelos: mi suegra, que tiene Alzheimer y que se salió en la noche a deambular por a saber qué barrios de Madrid y no supimos en qué hotel estaban alojados hasta amanecer. Desde las 3 de la mañana toda la familia de allá estaba convertida en brigada de inteligencia, con nosotros como sucursal acá (base 2). Pasamos, allá y acá, una noche de perros.
Esa enfermedad es horrible y dolorosa, para el que la padece mientras tiene aun ratos de conciencia, y para el que vive con el paciente o lo cuida. Mi bisabuela lo tuvo y vivió 97 años; mi abuelita que tenía setenta y tantos la cuidaba porque era la única hija mujer, ya viuda y con todos los hijos casados. Menos mal mi bisabuela tenía esa hija y cuatro hijos varones. Vivía, además, con uno que era un médico rico así que nunca le faltó atención y ayuda. Pero cuando no se tienen recursos. ¿qué se hace? Menudo problema. Yo no tengo hijas....Bien dice Hilda que vayamos nuntando nuestros morlacos para poner nuestra propia casa de retiro, sólo se aceptan amigotas.
¿Karma, diría Carla?
Me acuerdo de Titita, mi abue, que era sabia como yo y me decía: "hija, si digo o hago chocheras me avisas". Nunca las dijo, conservó la mente lúcida hasta en día en que murió a los 93 añitos, pero yo le hubiera avisado, como buena amiga. Yo paso.
Please shoot me.
Sabiduría de la quincena: Definitivamente las personas son como los vinos: el tiempo mejora a los buenos pero agria a los malos. Ni hablar.
Tarugada para la quincena: Protestaré, usaré una camiseta protestando, firmaré, cerraré mi calle.
Un saludo a mis cuates que me están viendo desde la colonia Del Valle.
Solicito ideas para mis protestas protestantes contra Ebrard. Gracias anticipadas.

6 comentarios:

F dijo...

Pero, Lorena, no me seas tan poco ecologista, que si tu nidito es esa casa tan linda de la foto -de barro y flores que le dices- le va a venir que ni de perlas un carril ciclista, aunque tengas que estacionar el carro unas cuadras más pallá, no más que en la mera Casa Azul (así, aunque no te mole cantidad, te pasas de cuando en cuando a ver lo de la Frida). Porque la enredadera lila, los palmitos y el tule que asoma tras el tejado casan mejor con las pantorrillas sudorosas que con los efluvios de la gasolina.
No te me vayas a aniveragriar por esto, Salmona, que lo digo por tu bien...

PD.- Me temo, Lorena, que si platico contigo con frecuencia me voy a quedar con esos giros tan rechulos que os adornan por la Laguna.
Chao.

Manuel Menéndez dijo...

Eso de envejecer... tu estas envejeciendo como un buen vino. Peo TU suegra añeja como la leche.

Tu hijo

Lorenitachula dijo...

Sí.... ¿A qué edad se comienza a envejecer? Cuando se entra a la adultez? cuando se entra a la mediana edad? Digo, para que todos pongamos nuestras barbas a remojar, los que las tienen, claro.
Estoy traumada, fíjate, yo vengo de gente que cuidó a sus viejitos/as amorosamente en casa. Claro, dije viejecitas no viejejijas... Y acá andan pensando a ver dónde los meten, a ver si a costa de nuestra calidad de vida léase estipendio.. pa eso trabaja una eh?
En fins, mejor junto para mi vejez, que no tengo hijas. Chingá!!!!

Unknown dijo...

yo no sé que pensar Lore, pero es un problema y gordo, es tan crudo.. y yo creo que la vejez está en el alma, por eso tú y yo somos y nos sentimos jóvenes! bss

Manuel Menéndez dijo...

Uno envejece cuando deja de jugar. Creo que el mejor término es Viejiga (como vejiga).

Claro que tiene hijas. Pero, a tu suegro te gustaria tenerlo en casa? mi padre es hombre, su unico hijo hombre.

Lorenitachula dijo...

Pos mira, si él se hicera cargo de la cuestión higiénica personal: sí,total agarro un día mas de criada y ya. Mi mamá tuvo a su suegra ya impedida y la bañaba y tal. Yo le haría comida digerible a don manolo, vería que tuviera sus emdicamentos, su cama, sus salidas, su tele, su canal taurino y demás. Pero a la que sembró caca pos que coma caca.
Además así se pepearían todo el día pipa y su papá y ya no nos pelearíana nosotros eh? mmmm