Una sabia mujer me dijo que había dos maneras de tomar las cosas: a) la de prosa o prosaica y b) la poética. Gracias a ella me decanto por la poética y me apego a la Navidad rescatando algo de aquella ilusión que me hizo durante tantos años esperar al Santaclós, y durante otros más que mis hijos lo esperaran. Aún amo a ese mismo Santaclós y a esos mismos hijos (against all odds) así que ¡a darle! A ver si puedo contagiarle algo de esta navidadez al marido. Pongo mi monería a trabajar entre traducción y traducción.
Quien quita y el Santaclós traiga no sólo regalos materiales, que dicho sea de paso, son padrísimos.
Un beso a mi Miss, que siempre me reconcilia conmigo misma que estoy tan orate aunque sea muy mona.
3 comentarios:
Por eso es la epoca mas deprimente del año, uno recuerda como era cuando era chico y con quien lo pasaba. O uno recuerda que su pareja todavia vivia. O dus hijos venian a verlo. A mi no me afecta nada de esto, solo "No mi incanta" como diria aquel marciano personaje
Sí, pero tiene uno aún sus hijos que lo ven (con sonrisas eh?), su mama que lo naborea, su abuela, su maridin, o sea aun no llegamos, ni tú ni yo, a esa etapa ¿veeEEees?
Ps sea como sea pero desde hece tres años que no me convencen estas festividades por razones personales, no tiene que ver con las saturnalias ni con los gremlins.
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