Surrealismo

Heme aquí, instalada en el surrealismo total de este país. El caso de mi camioneta, robada desde el 2004, tuvo un raro desenlace. Ya la habíamos visto por aquí y no habíamos podido proceder, pero la vimos ahora muy estacionada (a siete calles de casa, para cagarse) con signo de pesos, en venta. Llamamos a las radio patrullas y llegaron tres, con unos diez policías con uniforme elegante, como de desfile.Apañaron, de acuerdo a sus términos policíacos, al que tenía el bien objeto del robo en su poder, lo llevaron arrestado y le entregaron la camioneta a mi marido, que no levantó cargos contra el tipo porque a él se la vendió chueca el verdadero rata. (Nota: está a mi nombre y ni se me requirió). Tras este surrealista hecho nos enfrentamos a otro no menos extraño: trámites para regularizarla.
Resulta que no tiene aviso de robo, cuando aquí tengo un papel llamado "baja de placas por robo" del 2004. Pero resulta que en registros no existe porque ¡fue dada de baja! y con todo esto, tiene pagadas las tenencias al día y hechas las verificaciones ambientales. Pues no existirá, pero ya en tesorería nos entregan la constancia de que tiene esos pagos hechos hasta 2008. Con esa constancia el viernes sacaremos las placas nuevas y sanseacabó. Para Ripley.
Muy raro siento ver esa mi excamioneta estacionada aquí en mi casa. Quizá la vendamos, de lo perdido lo que aparezca, y destinemos el dinero a un coche pequeño para los hijis. O si está regular mecánicamente nos la quedemos un tiempo. A ver.
Mañana cambio la encuesta para que me ayuden, si es su voluntad, a decidir.
Plan nuevo: una editorial micro mini pequeñita. Una editorial que sirva para aquellos que necesitan tener su obra hecha libro... Servicios de diseño, de corrección de estilo... Precios accesibles. Organizamos su presentación. El librillo de indias es una novela mía. (Próxima inauguración, pásele marchanta).
Consejo de la semana (infalible como todos los míos): ¡Aviéntense! Basta de depender de los demás. Éntrenle al toro. Eso que tanto han estado dudando, échenselo. La mejor decisión es la ya tomada, mientras, no hay nada.