Siempre

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lunes, 20 de junio de 2011

Cuarenta y tres

Los médicos decían: "diga treinta y tres" y ahí estaba uno de tarugo repitiendo como el loro de mi tía Emilia la mentada cifra. Bueno, pues ahora yo digo cuarenta y tres, y no es que esté pidiendo un vasito del tan delicioso licor, que no me caería nada mal, sino celebrando mis cuarenta y tres días de claustro- arresto domiciliario- hospitalización doméstica.
El galeno felicitóme y congratulóme por haberme cuidado tan bien, por mis avances, por haber sido tan buena niña y por tener el apoyo de mi familia. Seguro el pobre hombre oye quejas de otras pacientes cuyos hijos son unos badulaques y su marido un mesalino: "¡Ay!, pero, ¿cómo quiere que me esté en reposo con tanta ropa por lavar?", mientras que yo nunca voy sola y me ayudan mis criaturitas con sus peludos brazotes a levantarme del asiento.
Pero habría que darles en beneficio de la duda a esas pobres pacientes que llegan arrastrándose cual gusanos a la consulta: tal vez sus niños sean todavía de pecho (o de espalda, que pesan más así). Yo tengo la suerte de que mi maridote es un joyón de lo que ya no hay aunque él se empeñe en hacerse el pesado y el gruñonazo como para caerme mal, y de que mis hijos ya están barbones y les he enseñado a valerse aunque también finjan como que no les enseñé a ser ordenados.
Total, que de cuatro píldoras-pastillas-comprimidos-cápsulas que me tragaba diario durante estos cuarenta y tres días con sus noches (ni el diluvio duró tanto), me quitó tres. Ahora sólo tomaré la de la noche. ¡Chin! Yo que ya iba en pos del récord mundial Guiness de pildorazo. Pero no me acomplejo porque rompí por mucho la marca de aguante de pastillas de mi familia. ¡Viva mi panza serrana! A terapia de rehabilitación me dijo que todavía no porque luego son muy bestias y me pueden lastimar y atrasar mi avance tan pacientemente logrado.
Me dio permi, el buen doctor tiro liro liro, de salir. Ya había ido al súper el sábado en carrito eléctrico de los que ahí tienen. Quería pegarles a muchas viejas y, cuando voltearan, hacer cara de enferma agonizante pero no pude: era temprano y había poca gente así que sólo golpee a una que volteó y me dijo "perdón". Yo, para que se sintiera peor, le dediqué la sonrisa angelical número 56, que no falla en estos casos.
La cosa es que, según el buen doctor tiro liro liro, puedo ir a comer, por ejemplo, si me dejan en la puerta del restaurante y se van a estacionar; puedo ir a paseos si espero a los demás en el café muy agustito. Puedo recibir si me siento como la Condesa de Chiconcuac y tengo todo a la mano o me lo acercan. Me autorizó a recibir visitantes en mi casa, de España o de Marte, y a ir dentro de un mes a la convención a Cancun, si no juego tenis.
Me faltan aún reflejos en los tendones de Aquiles, me falta fuerza (de la mano izquierda) en ambas patitas, y todavía me duele la corva y pantorrilla derecha. Pero ya veo la luz al final del túnel y esta vez creo que no es el tren que viene a apachurrarme.
Sabiduría de Hoy: Si las personas hiperactivas podemos estarnos quietas tanto tiempo, entonces, las personas que suelen estar pazguateando, ¿no deberían poder moverse y hacer cosas?

3 comentarios:

Ada Madrina dijo...

Hola, Lore.
La foto del perrín, como diría mi primito uruguayo, "¡Tá wenassssssssa!". Aproveché la hora del cafelito para entrar en tu blog, y la foto apareció justo cuando estaba tomando un sorbo; ya te imaginas, ¿no?. ¿Será muy malo el café para el teclado?
Estoy admirada de tu capacidad pedagógica: no sólo tienes bien educados a tus varones; hasta el perro es un ejemplo de urbanidad, ¡jajaja! ¿Cómo lo haces? ¿Acaso por las noches, al amor de la lumbre, reunes a todos y les lees el libro de "Educación para la Ciudadanía"?
Qué bien que ya puedas asomarte un poquito al mundo; seguro que hay un montón de gente echándote de menos.
¡Un besín, guapetona!

Lorenitachula dijo...

Gracias mil, Ada mi Madrina!!!
Pues esperándome está el mundo todo, y yo a él. El café, si es poco, no daña el teclado, perdóname por hacerte escupir todo el buche.
La verdad, los quise educar un poco al arete, un poco al tortazito, la cosa es que amándolos tanto, creo que no los eché mucho a perder, ahora veremos si los eché a ganar. Gracias!!!

Anónimo dijo...

Primaaaa...que me he perdido de algo?? Perdon pero he estado fuera de este cuadro, saliendo de la ciudad y recibiendo visitas en mi casa...tuve a Lore y Alex 1 mesesito por aqui. Los hemos disfrutado mucho, sobre todo al bebe quien esta de lo mas chulo y gracioso...ya tendras nietos algun dia....
Te mando un abrazote, muchos besos y mis disculpas por no haber estado mas pendiente.

Tu prima politica :)