Quesos y Sidras

Los fines de semana con trabajo son más largos que un día sin comer, pero se sobrevive.
Trabajo: ya casi, casi pero muy casi acabo mi trabajo actual, aunque tengo otro en cola.
Recreación: Fui con el maridazo a la Expo-buceo, que estuvo aún más chica que el año pasado, pero vio los adminículos e implementos submarinos novedosos y se encontró a muchos conocidos buzos caperuzos.
Mi hermanito santo se dejó caer en casa con Ángeles y una linda colección de quesos de Asturias así que, sidra en mano, degustamos los afoga el pitu, los cabrales, los ahumados y demases. Muy buenos, lo malo es que al grito de "Manolo, escánciame un culín" nos acabamos la botella y Manolo hizo un salpicadero de pronóstico reservado. Fue de postre porque ya nos habíamos zampado una ligera comida a base de alubias, morcilla home-made, gordas de chicharrón que hizo Manolo, momias de machaca y cochinita pibil... ¡una mezcolanza padrísima! Para más heterogeneicidad: coyotas, sobaos y galletas, todo también home-made por mí, que soy tan mona deveras.
¡Sea por dios! Obviamente la panza del Pipa está protestando, igual que mis petacas que ya no ven a qué horas se levantan de esta mi silla de trabajo. Igual ni hago tarea para mañana aunque Marcela me pegue.
Promesa: Yo prometo por mi honor hacer cuanto de mí dependa para terminar este trabajo mañana mismo y enviarlo en seguida.
Propósito: con el cheque que me dan hoy, haré mis compras navideñas.
Mensaje para esas cosas que aún llamo niños: Niños: hay límites.
Las compras las haré lista y presupuesto en mano, a partir del jueves, que el miércoles hay comida con los de Novela. ¡Más sea por dios! Si mi mamá me pide ir conmigo..... ¡HELP!
Buenos augurios.