Siempre

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lunes, 5 de agosto de 2013

Como andar en bicicleta

Fui a la boda. Ir implicó un avión a Monterrey donde me recogió el marido/auriga para dirigirnos a la frontera y de ahí continuar tres horas más al norte. Llegamos ya anocheciendo y con un hambre que nos llevó sin necesidad de brújula a nuestro carnívoro restaurante y steak house favorito. Fue una comilona tal que nos hizo olvidar las penurias del camino y nos pintó una sonrisa de oreja a oreja. Yo dije "this is the best meal ever". Así, entre suspiros de satisfacción (creo que ni Diego eructó), pasamos a recoger unas cosas que tenía yo encargadas y a dormir. Al otro día nos dirigimos al B&B donde se realizaría el evento, que está enclavado en la campiña texana, muy bucólico y rústico. Vinos la fauna que eran dos gatos y algunos bichos entre los cuales no sentí moscos. La ceremonia fue muy distinta a lo que se usa por aquí, tan emotiva y amorosa que me dieron ganas de casarme, deveras. Después la cena, la pool party con tanta gente linda y subir varios niveles de escaleras de madera a nuestro cuarto que era un ático enorme con muebles antiguos. La cama era la auténtica cama de plumas de la abuela, enorme y gorda, con algo de inclinación hacia la cabecera, es decir, favorecedora de hernias hiatales yo creo, porque para esos padecimientos las ponen  al revés. Pensé que iba a dormir mal, pero sería el cansancio, sería el cava tan buenito que nos dieron, dormí divinamente. Al otro día nos despedimos tras de pagar más caro que el Hyatt Barcelona.
Y a las dos semanas resulta que a Diego, el más pequeño de mis hijos, le entregaban su Roverato Scout y uno, como progenitor, ha de ir. La cosa fue en Meztitla, el campo escuela scout, y la idea era acampar. Algo de miedo me dio, dado el estado de mi disco vertebral rayado en la cara A, e indagué sobre hoteles en Tepoztlán, el pueblo contiguo. Hay de dos: spas "holítsticos" vegetarianos con temazcales y temezcales,  masajes nosequé, como para hippies millonarios y sus señoras new age, carísimos, u hostales jiotosos con baño compartido, así que saqué una tienda de campaña adecuada, sleeping bags, comida, estufeta, en fin: desempolvé mi equipo de acampar. Llegamos tras de comer en Cuernavaca y montamos todo en un santiamén. El esposo/sherpa cargó más que yo, y estaba muy preocupado por mi herniesita, a la cual por cierto después de tanto ya debería poner nombre. Se aceptan sugerencias.
Una vez instalados, nos sentamos al frente de la tienda en sendas sillas plegables de campo (una que es previsora y se procura comodidades) y nos dedicamos toda la tarde al perdido arte de conversar viendo pasar manadas de lobatos. Estábamos como esos viejitos de tierra caliente que sacan las sillas al porche de la casa, muy agusto. La amenaza de lluvia se retiró y hubo sol que resaltaba el verdor de estos veranos lluviosos de por acá.  Mientras anochecía empezó el show de las luciérnagas, primero una, dos, tres tímidas por aquí y por allá. Hacía años que no las veía, y al rato eran muchísimas. Estuvimos ahí embobados y nos tomamos una copa (es un decir, un vaso de plástico anaranjado) de vino rosado. Fue el mejor día de la vida. Luego me uniformé y a la ceremonia y comenzó a llover... unas gototas, un aguacero, rayos, truenos. Las antorchas no se apagaron totalmente pero disminuyeron su llama. Nosotros nos escondimos tras de unas rocas ya con nuestras mangas de hule y llegó el susodicho con los ojos vendados guiado por su padrino en este menester. Fue muy emotiva y muy importante. Al final Diego me vio, y cómo no, si medía yo dos metros de orgullo y estaba como decía mi abuelita; ancha de gusto. Los relámpagos los puso Spielberg muy atinadamente porque resaltaban las partes más fuertes de la ceremonia. Al terminar el aguacero arreció convirtiéndose en tormentón típico de Morelos y nos fuimos a hacer un micro brindis (un trago cada uno, una botella de vino para todos). Cuando amainó como a la una y media nos fuimos a nuestra tienda temiendo hallarla inundada pero no; a pesar de que atravesamos el campo convertido en río, estaba seco todo adentro.
Puse mi sleeping encima de un colchón playero inflado y dormí tan mal o tan bien como en cualquier otro sitio. De todas formas diario duermo en la cama de piedra de José Alfredo. Me levanté jirita, sin dolencia alguna, y eso me hizo muy feliz. Fue la mejor mañana e hicimos los mejores huevos con chilorio del mundo y bebimos el café más delicioso. Desmontamos el campamento  no dejamos ni una brizna de basura y nos fuimos con todo el hijo a casa donde llegué a lavar ropa (muy) sucia y a guardar cosas.
Acampar, entre otras cosas, es como andar en bicicleta: no se olvida.
Y me he hecho esa idea. ¡Este es el mejor día de la vida. Por ejemplo  hoy llevé la camioneta a verificar y fui al Sam's, todo en una hora exactamente. Qué bien me fue.
Y  los que me faltan....
Y que ustedes los vean.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

Did you really sleep on Grandma's feather bed? is it really nine feet high and six feet wide? was it made from the feathers of fortyseven geese? Gosh! I am jealous.
In Canada we have real animals, not only cats: moose, beavers, eagles, wolves, bears, the works. Come.
Canadian Bacon (as you call me) :)

Fred dijo...

Hola, Lorena. Felicitaciones por tu regreso a casa sin percances. Todo ese mundillo social que describes (las fiestas gringas, los campamentos boy scouts, las barbacoas a pie de piscina..., me resultan exóticos y poco afines a mi manera de ser. Pese a que he hecho camping muchos años y he remolcado mis pertrechos por las carreteras más variopintas. Pero creo que nunca me iba a hallar bien entre esa gente; me molesta sobremanera que todo lo ven en clave dolar. Allá ellos.
Y nada, Lorena, que otro día hablaremos más y tal.
Un beso.

Anónimo dijo...

Parece que copio a tu el tocino canadeño. pero, ¿De verdad duermes en la cama de piedra de José Alredo? ¿de verdad la cabecera? ajajjajaj
Deberías tomar ese tema para una colección de relatos: camas, claro, sin el aspecto sexual del mueble, para que no seas como Madona o como la SEP que escriben libros que no pueden leer los niños.
Beso y gracias por mi souvenir.
Pau
PS. Fred??