Siempre

Siempre

viernes, 8 de julio de 2011

Que veinte años no es nada

Perdón por usar nombre de tango como Malena, los tangos me deprimen, pero veinte años no es nada o es mucho, según el color del cristal.
Tras de sesenta y un días de inmerecido -digo yo- castigo, bien puedo decir que tengo algo que no pensé poseer: paciencia; harta paciencia; montones de paciencia que ha sido mi principal medicina (ha sido mi marido y se nos mata). No sé hasta que grado sea para sentirme orgullosa, pero ha sido una experiencia de autoconocimento.
Mi optimismo es tal, que disfruté como loca la visita de las primas de Lorca y Águilas a pesar de que anduve paseando en silla de ruedas. Lo tomé a diversión y a vacilada, y volviendo al marido no sé si para él lo haya sido, el pobre empujándome a mí que no es baba de perico con todo y sobrina encima. Y los demás muertos de envidia camina que te camina por estas calles tan abandonadas de Dios donde para ir el silla de ruedas se necesita un hombrazo que pueda alzar el vehículo en cada escalón que se encuentra, cada bache, cada charco hundido, calle empedrada... sólo me faltó atropellar algún inocente perrito. Vaya, camino, subo y bajo la escalera de mi casa, camino del coche a la entrada de algún lugar, pero no puedo ni debo andar mucho. Duele y puedo lesionarme. De nuevo como decía Clavillazo: "la cosa es caaalmaaadaaa".
Ya extraño a las primas con sus respectivos maridos e hijita, si es que a lo bueno se acostumbra una muy rápido. Menos mal ayer vino mi cuñada y estuvimos cantando canciones de Plaza Sésamo, a dos voces y demás.
Y hoy se le ocurre a Dieguito, el más pequeño de mis hijos, cumplir veinte años (gulp). Como el mayor no fue a trabajar me llevó al súper a jugar con las sillas eléctricas y automáticas, y se fueron a comer con los amiguetes. Hogar, dulce hogar. Toda la casa para mí (y la criada, las perras, los loros, los canarios). Claro que no la aproveché mucho, pero con un poco de silencio me doy de santos.
Y el 14 voy a una convención en Cancun. "¿Cómo le harás cuando yo tenga que estar trabajando?", me pregunta el angustiado dueño de mis quincenas, "Ya me apañaré", le respondo yo tan mona. Es que él no conoce el poder de la silla de ruedas, que es mayor que el del lado oscuro: todo mundo se acomide a abrir puertas, empujar, cargar y hacer todo por una, igual que una lo hace cuando puede caminar. A mí mientras un mozo me ponga en una sombrita al lado de la piscina con mi libro y mis cigarros, todo es coser y cantar... mejor leer y fumar que cosiendo y cantando me veré rara.
Por eso y por mucho más no me agobio ni me extraño ni me extriño.
Una que es tan mona, pues.

7 comentarios:

F noctámbulo dijo...

Hola, Lore. Acabo de ver en la tele el primer match entre el equipo español de la Copa Davis y el de los USA, desde Austin (Texas) Ganó nuestro Feliciano, pero después de más de cuatro horas de brega casi le cuadraba una silla eléctrica (qué nombre más norteamericano...) como la que pilotas estos días.
Aquí es la 1,35 a.m. y es hora de bajar la persiana... de los ojos.
Aunque antes voy a leer unas páginas de "La muerte en Venecia" de T. Mann. Y le dedicaré un recuerdo afectuoso a nuestra Ada (madrina tuya, ahijada mía), que pasa por momentos amargos. Ella es muy sensible y aparentemente frágil, pero ha de reponerse a no tardar.
Como tú, como yo, como tantos.
Que sigas mejorando, hasta la victoria final.

Ada Ahijada dijo...

Querido Padrino:
Agradezco muchísimo tu afectuoso recuerdo, eres un encanto. No soy frágil, aunque a veces lo parezco. Lo que ocurre es que siento las cosas con mucha intensidad, y eso me descoloca temporalmente. La mayor de mis hijas, en una ocasión, lo explicó perfectamente: "Mamá, cuando se pone nerviosa, no "atura" (le gusta mucho utilizar palabras del bable).Pero soy bastante resistente; aunque la vida me aplaste en un momento, enseguida vuelvo a recuperar mi forma original. Esta mañana, la losa que me oprimía el pecho era unos miligramos más ligera.
El pasado domingo, fue la primera vez que nos reunimos en casa de mis padres sin mi madre. Todos aguantamos el tipo, para no acongojar aún más a los otros. Durísimo. Y retirar su ropa y objetos personales, para que mi padre no sufra al tropezarlas cada día, todavía peor. Pero, mira, hoy ya me siento con ganas de responderte: buena señal. Y, en parte, gracias a tí, y a Lore, y a todos los que me dirigieron unas palabras amables y solidarias.
Gracias, una vez más, por vuestra ayuda para reconciliarme con la vida.
Besinos.
P.D.: Lore, me alegro mucho de que hayas mejorado tanto. Y a mí, a veces, me gustaría tener una sillina como la tuya para desplazarme, ¡qué cómodo debe ser! El otro día me adelantó una señora por la acera, a toda pastilla, en una de esas sillas. ¡Seguro que tú haces lo mismo!!!
Efe: me gusta tener un padrino como tú. ¡Eres tan estimulante!!! ¿Sabes cómo te llamaríamos en mi casa? ¡Picoteru!

F a Ada (Embajada de Coyoacán) dijo...

Bueno, la verdad es que no sé lo que encuentras tan estimulante en "lo" mío, ahijadina mía. Tú me ves picotero pero que te conste que otros me verán pijotero: algunas mordiditas de caniche me han querido dar -nada que no aguante mi curtida skin- en estos mundillos cibernéticos, para avisarme de que están de uñas (y de dientecitos) conmigo, porque soportan mal la desfachatez y los juegos (fuegos) de artificio. Te confieso que si no supiera de esa inquina -esa sí que me estimula- seguro que era más moderado. De todas formas, lo que tu conoces de este bardo no es más que una faceta un tanto procaz. Pero es verdad que me puede el sueño y la fantasía y siempre miro bien arriba. Por eso a veces soy cursilón y me embarga un lirismo que pa qué te cuento... querida ahijada.

PD.- Lo mejor es que te estás reponiendo anímicamente. Así ha de ser. Y me alegro infinito.

Ada dijo...

F., estoy intrigada. Igual es una tontería, y pensarás que soy una pobre e inocentona descerebrada, pero tengo que decirlo. En varias ocasiones, cuando te referías a tí mismo, utilizaste la palabra "bardo". Dime, ¿realmente eres poeta, o es una de tus incontables fantasías, o simplemente una forma de hablar? En caso de que efectivamente lo seas, ¿es sólo una afición, o tienes algo publicado?
Espero que no te burles de mí, si al final resulta que son imaginaciones mías, ¿eh?. Pero me pareció que podría ser verdad, por tu forma de expresarte y alguna otra cosilla. Y como en "Casa Miguel" hay mucho artista...
Lore, ¿cómo te va? ¿Sigues mejorando? Espero que tu espíritu aventurero no te impulse a hacer alguna locura con tu nuevo medio de transporte, que te veo yo muy intrépida y decidida.
Un besito a ambos.

Anónimo dijo...

En la Edad Media, bardo era un viajero que contaba historias (leyendas, epopeyas, poemas...). Algo parecido a un juglar. Yo cuento historias inventadas desde que de niño entretenía las lluviosas tardes de invierno de mis coleguillas. Aquellos portales de mi infancia...
No me tengo por poeta. Y sostengo que no se es poeta por el hecho de pergeñar algún poema. Del mismo modo que no se es filósofo por acreditar cierta licenciatura. Ni es artista indiscutible quien sale titulado de una escuela de Bellas Artes.
Todos tenemos algunos folios escritos en el cajón de la cómoda. Yo, también. Como tú sin duda tienes. Pero ahí se van a quedar. Es cierto que algunas veces he dedicado unas líneas a un amigo (por lo general amigas), con ocasión de algo relevante en sus vidas...
Para mí, un poeta genuino ha de vivir en coherencia con su producción literaria; por lo mismo que un creyente ha de subordinar cada acto de su vida a la salvación eterna de su alma.
Pero qué pocos casos conozco de ambos...
Concluyo diciéndote que tengo más que ver con las artes pláticas.

PD.- ¿Reírme de ti? Nunca.

Lorenitachula dijo...

Chicos:
Yo encuéntrome algo abolladita por haberme ido a la convención en Cancun. Claro que anduve en silla de ruedas cortesía del hotel, pero desveladas, caminar más que aquí en casa, no poder acostarme muchos ratos en el día, y lo duro de las sillas de los restaurantes... en fin, cosa de reposarme unos días.
Yo también te ubicaba más como escritor, Efesito, como Ada mi madrina. Yo ejerzo las artes plásticas en su versión de "hartas plastas", pero me divierto horrores, eso sí. Y tengo cosas en el cajón pero yo sí quisiera que salieran de ahí: algunas novelas y cuentos autobiográficos.
Me leí "Los niños de Morelia". Un tema que me interesa por razones familiares, claro.
La semana que viene iré ya a terapia de rehabilitación.
Besos a ambos

Ada Madrina / Ahijada dijo...

F., tu modestia y honestidad te honran, eres un gran tipo. Ya lo sabía.
¿Artes plásticas? ¡Cuenta, cuenta! Creo recordar algún comentario de Lavapiés al respecto, pero no me atreví a preguntar entonces.
En mi cajón, lamentablemente, no hay ningún escrito. Como diría Cervantes, "la gracia que no quiso darme el Cielo". Una de las muchas.
Afortunadamente, sí me concedió, al menos, la capacidad de percibir y disfrutar la belleza, tanto de las palabras como de las formas y los sonidos. Y admirar el talento ajeno, lo que me permite emocionarme con un bello escrito, o una hermosa voz, una pintura, un tema musical...e incluso un plato delicioso o un excelente vino , que también es un arte. Y tantas otras cosas.
¡Probitina Lorena abolladina! Me encanta tu forma de ser, Lore, ¡eres tan animosa y divertida! Tu familia es muy afortunada.
Tomo nota de los libros que mencionasteis ambos. Esta temporada no voy a poder, porque tengo en casa a una de mis niñas, la peque, y ando corta de tiempo. Pero en cuanto pueda, me los voy a agenciar, junto con "Cartas a Theo", de Van gogh, que me lo recomendó una amiga. ¿Lo leísteis vosotros?
Un besín.