Siempre

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lunes, 8 de marzo de 2010

Día de la mujer y demás tarugadas

Hoy es el Día de la Mujer.
Cómo si nos hiciera falta otra fecha comercial en el calendario, convierten la conmemoración de que unas personas (conste que pongo personas, sin hacer énfasis en su género) fueron atacadas por exigir sus derechos, en regalar florecitas, hacer actos babosos como el que se echó mi mamá antier con la Márgara (léase la primera dama de este país) llevando harta gente hasta Puebla; arreglar escaparates para que la gente entre al Sanborn's y le compre a su novia, a su mamá o a sus hermanas el disco de "mujeres divinas" o alguna nacada del estilo, o ya de perdis la lleven a merendar al Vips donde le obsequiarán una rosa a la entrada.
No creo, siento, ni quiero que me "festejen". No me parece lógico que me feliciten por el accidente biológico que hizo que naciera yo mujer, como tampoco me gusta que lo hagan por el otro accidente fisiológico que me hizo parir chamacos. Felicítenme cuando logre algo por mí misma, como lo hicieron cuando me recibí, cuando junté mis fierros para un viaje o para cambiar al fin mi carcacha por un carro nuevo. O cuando lograba que el Manny se comportara en algún sitio; o cuando vean mi pasto muy verde y parejito; o cuando me quede de rechupete la comida o entregue el trabajo a tiempo.
Tal vez lo que pasa es que están todos acostumbrados a que yo haga las cosas bien y ya no les llame la atención. Como a Manny, al que como era tan tragón nadie le decía "qué bien comiste", como a los niños ñengos que cuando comen dos cucharadas de sopa los alaban, mientras que él ya llevaba tres platos. No hay que ser, hay que apreciar las cosas y no darlas por hecho, que si no, Manny dejará de comer y se pondrá flaco esmirriado y feo, y yo dejaré de cumplir mis deadlines a ver si me preguntan los clientes como a las niñas aplicadas cuando reprueban: "¿qué te pasó? ¿Tienes problemas?". Y mis asiduos comensales, ¿se procuparán si notan un desmérito en sus sagrados alimentos?
Y sí, diré, tengo el problema de que me congratulan por taradeces en las que nada tuve que ver y no por lo que con tanto trabajo logro, aunque se piensen mis parientes, nunca me he explicado por qué, que me la paso rascándome las destas.
Hoy me invitaron a un festejo del día de la mujer, organizado por nuestro delegado en Coyoacán, el otentote. Iré, cómo no, nada más para ver si agarro el micrófono y les digo lo que en este texto está en color azul, para que se caguen y me digan como mi amigo Pancho de los Fernández de Asturias: "Ay, Lore, qué rara eres"
A lo que yo respondo, tan mona: "Gracias".

Por fa. (nunca les pido nada no sean gachos) Dejen su opinión y respondan la encuesta que va directo a la O.N.U.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hijoles para variar
tienes toda la razon, y pensarq ue cai en la mañana en acepytar la felicitacion como mensa
chin ya nimodo, la de al rato la batearé bien padre
Gracias Pau

Manuel Menéndez dijo...

Totalmente de acuerdo. Es tan estúpido como el orgullo gay. Uno no debe estar orgulloso por lo que es, puede estar contento. Pero el orgullo viene con cosas que uno se gana a pulso.

Besos

Anónimo dijo...

Pùes no hay que ser sabios para comprender la mercadotecnia que va dirigida a la "Plebe" .. sinembargo No solo seria Dia de Mujer.. cumpleaños toda ocasion realmente que es festiva .. no nos corresponde a otros sino a la historia por lo cual ... seamos un poco vanales.. y aceptemos lo que tenemos .. No mms realmente que asko me doy ni yo me entendi hahaha si ke asko todo esto .. pero bno Saludos! Leviatàn :P