Siempre

Siempre

domingo, 5 de julio de 2009

La vida es, definitivamente, como la caja de chocolates de la mamá del de la película: nunca sabes qué te tocará, así que espero que esta semana sí se saque el melate mi cónyuge que tanta fe le tiene. Se lo merecería, de verdad. Además el 18 es su cumpleaños y no quiere su piñata de Cars el muy pesao.
Y Dieguito, el más pequeño de mis hijos, que en estos momentos (5.20 pm) está acostado, tapado y dormido tras de una noche de no dormir y hacer diabluras en la montaña, cumple la mayoría de edad. No sé si traumarme o congratularme, cada vez está más cerca el día de mi libertad. Ese día en que una se dice: "¿Dónde me quedé?" y retoma su vida donde la dejó cuando nació su primer retoño. Ese día en que una vuelve a decirle al ruco: "al fin solos". Ese día en que se hace una de más cuartos, o los renta o vende la casa y se compra una más pequeña y lejos de las escuelas
Y gracias a San Cayetano, a San Caralampio, al señor Muevecorazones, a su esfuerzo y, la verdad sea dicha, a mis cocolazos, el Diego acabó la prepa sin pendientes de extraordinarios ni nada. Se merece estar de baquetón e irse a su campamento a la playa que tanto le gusta.
Y las flores que cantan: El día 3 florecieron, ¿cómo no lo iban a hacer? Gracias Titita por recordarme que todo florece.
Y vino: Mi Pau.
Y votamos, cruzando los dedos para quitar de la delegación al Perredé (lagarto).
Y tengo: harto trabajo pero del bonito. Del que es fácil y me lo pagan bien.
Estoy: Floreciente, florecida, florida, floripondia y florosa.
Ojalá: todos /as estén florecientes como yo. Es padre.
Sabiduría gratis: De aquí a San Miguel no salgan sin paraguas o gorra o coche o algo que les cubra de la lluvia. Agua sin ron no va.

1 comentario:

Manuel Menéndez dijo...

Hay que hacer una fierta. "Invitame a tu peda" (La vecina)