Siempre

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lunes, 26 de marzo de 2012

La gárgola y el terremoto

Cada época tiene lo suyo y ahora me toca la primavera. Cada año durante primaria había que hacer la composición en inglés y el dibujo de esta estación. Ambas cosas fueron evolucionando igual que uno debía hacer. A mi Manolo le tocó y en primer año puso que le gustaba la primavera porque las muchachas se ponían vestidos más cortos y se veían más guapas. Ahora llega, derramando colores y píos-píos en mi jardín: agapandos, copas de oro, ojos de canario, alcatraces, belenes y rosas se divierten; primaveras, tórtolas, copetones de colores, gorriones, pájaros carpinteros y ardillas se persiguen en loco frenesí (claro, como ellos se deshacen de los pollos en verano, pueden darse esos lujos).
Y a mí, que soy tan mona, mi mamá nunca me había pintado un retrato. A mi hermana sí, uno en el que está con Alfredo en plan serio y otro de cuando ella terminó la primaria, muy cursi pero bonito. Como yo sentía rete gacho que a mí jamás me hubiera pintado, por fin lo hizo, sólo que a sus ochenta y uno mi mami ya no ve, digamos, igual. Yo pensaba que mi retrato iba a ser una cosa de esas que namás verlas le da a uno el síndrome de Stendahl y resultó realmente feo. No sólo no se parce a mí sino que ni siquiera parece algo humano: es una especie de culebra con cabeza y sin cuello, con dientes separados, como un ser mitológico con cara de mujer de cuyo cráneo emerge una plasta café y cuyo cuerpo es alargado e informe cual gusano sin hombros. Me deprimí y espero que lo que suceda es que mi mamá ya no ve bien y que además lo terminó a toda prisa para sacarse la espina y luego lo puso en un marco de color plateado pensando en que hiciera juego con una cocina tipo industrial que no tengo, y no que así me ha visto siempre. He pasado horas frente al espejo y sí tengo hombros y cuello; mi pelo ni es café caoba ni parejo y mis dientes están, la verdad, rete lindos. Quien quiera ver el retrato, está debajo de la escalera de casa, volteado hacia la pared como niño castigado. Es que, la verdad, asusta. Bueno, lo podría colgar, total, nadie se dará cuenta de que pretende ser yo.
La semana pasada tuvimos, para entretenernos, unos terremotitos. El primero fue de 7.8 grados Richter y me cogió aquí con Dieguito, el más pequeño de mis hijos, que como ya tenía a Pachita encima, salió conmigo al jardín cargándola ante en azoro de las perras que creo que le echaron la culpa del movimiento. La miss Oaxaca invocó a un ignoto santo. El agua de la fuente cantarina se azotaba contra las orillas y los pájaros trinadores estaban en silencio total. Concho no dijo mentadas, menos mal. Las réplicas no las sentí, con todo y que fueron de 5.5 y 4.5 grados, sólo las vi cuando en el noticiero que por puro morbo, confieso, puse, advirtieron: la puerta de mi clóset se movía mucho pallá y pacá.
Y con la cosa de que se me casa el hijo, ando persiguiendo boletos de avión para el día y ciudad en la que es el evento. No hay vuelos todos los días en una línea, en otra sí pero sale muy tarde y no llegaríamos a tiempo; hay a la capital del estado pero tampoco convienen los horarios. Creo que mi prima que viene de Canadá lo tendrá más fácil, vuela a LA o a SD y de ahí pal real. En coche no se puede: es muy lejos. Prometo que no pasa de hoy que saque boletos para todos, incluida mi mami que espero no pinte el retrato de los novios.
Sabiduría de la quincena: Cuando veas tu casa temblar, pon tu vecino a remojar.






14 comentarios:

Lorenitachula dijo...

Mientras escribía volvió a temblar, pero en el noticiero sólo hablan del papa que ya se va (gracias a diosito santo y a los santos del cielo). Mismo epicentro en Guerrero...

sirpe dijo...

Primero: Quiero una foto de ese retrato!!!!
Y segundo: Entiendes ahora por que tu madre no te lo quería hacer???? Que las madres son sabias!!!! jajajajjaja

Anónimo dijo...

Jopelas Sirpe, ya sé de dónde saqué lo sabio, y yo que pensaba que era de mi padre ajajajajjajaja
¿Para qué quieres semejante espantajo? ¿Para espantar las cucarachas?
Lore

Fred dijo...

Pues para que no te sientas rete gacho con el retrato que te ha hecho tu mamá, te desquitas colgándonos en próximo post una foto de tu verídica estampa; puedes aprovechar una -de cuerpo entero- del bodorrio del infante, que presumo vas a estar deslumbrante. Así aprovechas para sustituir el fotingo de Al Capone, que ya ha hecho rete visto.
Lo de la gatita encamada tiene gracia..., o fotoshop. Los terremotos, ninguna.
Que salgas indemne de esta -y del casorio-, Lore.

Ada Madrina dijo...

Lore, lamento que lo hayas pasado mal con los terremotos. Debe ser terrible. Yo sólo recuerdo uno aquí, pequeñito. Me pilló en la fase profunda del sueño y, si no llega a avisarme mi marido, ni me entero. ¡Y eso que la cama, donde estaba yo acostada, se separó de la pared más de una cuarta!
Y a tu mamá no se lo tengas en cuenta, mujer. Es que, con la edad, una pierde facultades. A la mía, que siempre había sido una gran cocinera, se le olvidaron las recetas, y su último "Arroz con leche", que era una de sus especialidades, lo perpetró sin leche.
¡Se te casa un hijuelo!!! Me uno a la sugerencia de Fred: ¡una foto del evento,luciendo divina, please!
Besinos.

Lorenitachula dijo...

Contad con foto de la boda, en cuanto al Ford.... aún no sé si lo quito. El gatito de la cama no es la Pachita, es uno que me ha gustado porque tuve uno enorme negro de pequeña, al que bañaba, le ponía su camisón y gorrito, le daba el biberón y lo acostaba en una cuna de juguete donde se dormía. Pa que digan que una no es maternal.
Terremoto allá, Ada... me sorprende, pero no, está aquel famoso de Lisboa, y los de Murcia.
besotes

Anónimo dijo...

Sigo mal y de malas.
Y tú con mucho trabajo.
Pau

Doliente Fred dijo...

Estoy tirado en un sofá (no es el diván negro, que uno no está para muchos trotes), con un refriado como un piano. Hace un tiempo estupendo, soleado y tibio, pero he de aguantarme. Esta mañana he estado en el aeropuerto y se conoce que, con el rostro enfebrecido y la barba un poco crecida, resultaba sospechoso a los seguratas, que me miraban con cierta desconfianza. Lo cierto es que vivimos tiempos convulsos. Y me parece que no sólo de los muyaidines se han de precaver -con la que está cayendo- los celadores del establishment: ayer en Barcelona hubo una batalla campal entre manifestantes radicales y la polcía.
He hecho acopio de unos DVD de cine rancio ("Perversidad", de Fritz Lang, con Edward G. Robinson y Joann Bennet; y "La casa Roja", de Delmer Daves y el mismo E.G. Robinson, etc). De vez en cuanto me agrada ver celuloide rancio, en blanco y negro... También anda por aquí "Woyzek", de Werner Herzog, con un patibulario Klaus Kinski. Y aínda mais.
De lecturas, he acabado resién "Virgin Spain" (1926), de Waldo Frank, con prólogo (muy bueno) del mexicano Alfonso Reyes. Es un libro cuasi filosófico y muy subjetivo, a veces de dificil lectura... Me llama la atención la cantidad de leísmos y laísmo que comete LF en la traducción. No es un libro que divierta en exceso pero tiene páginas brillantes. Pese a la fecha en que se escribió tiene interés actual. Pero ya digo: está duro de roer, pese a que no es libro de muchas páginas. Para compensar, leo ahora algo ligerillo: : una selección de escritos sobre la Revolución Española 1930-1939), del mejicano (al ladito de tu casa vivió, Lore), León Trotsky.
No sé si será la lectura que conviene a un disminuido, que es como yo me siento ahorita.

P.D.- Se aceptan mimos, carantoñas y consejas.

F dijo...

LF es León Felipe.
Sorry.

Lorenitachula dijo...

León Felipeo, vecino de estos lares también.
Cuando uno está enfermín viene alguna nostalgia, yo cuando estuve en mi lecho de cuasimuerte el año pasado vi incluso "santa", la primera película sonora mexicana, y un montón de vejestorios en un canal de cine viejo al que me aficioné. Será que lo viejo nos consuela como lo haría una amorosa abuela, no sé.O que cuando está uno tan debilucho ni el libro puede sostener.
Yo esta semana ando con la de Beauvoir, con "L'invité", novela. Sólo había leído ensayo de ella, sus clásicos: el segundo sexo, memorias de una joven formal y una muerte muy dulce
Sana sana, gripe de rana.

Ada dijo...

¡Pobre Fred, el Doliente! Paciencia, mon cher, eres el cuarto de mis amigos que anduvo con trancazo primaveral. No sé si Edward G. Robinson tendrá efectos adversos sobre tu malestar, a mí siempre me resultó antipático.
De todos modos, para estar pachuchín te hallo muy activo, con tanta lectura y tanto cine. Se ve que eres un chicarrón del norte (bueno, es una suposición mía, vaya). Y que yo sigo con mi pereza, a pesar de mi salud de hierro, pasando una etapa inapetente. Hasta dejé libros a medias, cosa que habitualmente me incomoda. Quizá sea lo incierto de la situación, tanto laboral como política, que me tiene en ascuas, y no me centro.
¿Qué tal la novela, Lore? Dime si te gustó, pues no la leí y capaz que me apetece.
Besos a todos, y unos miminos al enfermito, con todo mi afecto. Consejas no doy, que aún soy demasiado joven para ello, ¡jejeje!

Fred convaleciente pero tocadillo dijo...

¿Te das cuenta, Sabia, de con qué amorosa solicitud conforta Adalita mi maltrecha integridad? ¿Cuándo iba a soñar yo con samaritana más bien dispuesta? Cierro los ojo y me parece sentir que sus manos me aplican una compresa fría en la frente enfebrecida, atormentada por el vórtice de pesadilla vertiginosas que me acorralaron estos días...
¿Samaritana? Mejor Verónica que retira el lienzo con la impronta sufriente de un moribundo... Dormir..., tal vez soñar...
Si salgo de esta, nada va a ser como antes. Siento que mudo de epidermis, como esos ofidios que dejan la camisa prendida en unas zarzas..., sólo que yo dejo con la mía la ponzoña de mis huecos caninos, que tanto inoculé en el pasado -sin reparo de que fuese búfalo o gacela, marmota o comadreja, tortuga o percherón- a las criaturas que pueblan estos mundos míos. Nunca, nunca más, os lo prometo tías.
Lo que no me acaba de confortar es que se meta con mi querido Edward G. Robinson (Manolito Goldenberg para los amigos), que aúna en su rechoncha anatomía la condición de ser rojo, judío y probable homosexual, estigmas todos ellos que suelen deparar ejemplares humanos espléndidos..., como es el caso. Porque si mi Florence Nightingale de doliente cabecera dice que le cae antipático este hombrecillo prodigioso (¿habrá visto ella a otro actor con más registros que Manolo, que van desde el apocamiento del hombrecillo de "Perversidad" hasta el malvado gangster de "Cayo Largo", pasando por brillantes hombres de negocios, taimados sacerdotes de Amón, científicos despistados, etc.?), siento que empeoro de mis dolencias y que pierdo la alegría de vivir ante semejante injusticia.
Soy caprichoso y cosas así me amargan la jornada. Le rogaría a Adalita que no volviese a cuestionar las prendas que adornan a uno de mis actores (históricos) preferidos. Si persevera en la crítica, puede irse con las compresas y con la palangana. Y con los mimos.

Adalia dijo...

Querido Fred, que todas las ponzoñas de este mundo fueran como las de tus huecos caninos, ¡oh, infelice!
¡Vaya, hombre! No sabía que era tanta tu admiración por E.G.R. Y debo reconocer que mi animadversión hacia él tampoco estaba racionalmente justificada: era una cuestión de química, ya sabes, ese feeling que se tiene, o no, sin que uno sepa por qué. Quizá esos ojillos de inquietante mirar, o el rictus extraño de su rostro... Pero después de tus comentarios (y una búsqueda en Internet, todo hay que decirlo), ya me resulta más agradable. Así que no te amargues, quisquillosín, te aseguro que no volveré a poner en tela de juicio el talento de tu Manolito. Ni de nadie que sea digno de tus elogios, al menos sin documentarme antes. Va bene, caro amico? Además, estoy escuchando a la Callas y me siento poco belicosa.
Pues mira, enfermera no, pero mi madre quería que yo fuese farmacéutica. Supongo que pensaba que el hijo médico y la niña con farmacia le aseguraban una vejez más saludable. Pero la nena, para su contrariedad, salió de Letras, así que su gozo en un pozo. C'est la vie!
Besinos a todos, y espero que Fred esté pronto restablecido y en buena forma. Sursum corda!

Lorenitachula dijo...

Pobre Fred, que junto con los bálsamos para sus males le recetan críticas a sus actores favoritos. Pero lo hace Ada para diagnosticar, para comprobar que entiendes lo que se te dice a través de la fiebre, nada más.
A mí de los "viejitos" me gustan Robert Taylor, Cary Grant y Paul Newman. La actuación rinde más si atrae el actor las miradas, en algunos casos. De los actuales, fíjense, me gusta ver a unos menos guapetones.
Ada, pero te dejaron estudiar letras.
La Samta Semana me va bien, hoy me fui al MUNAL a ver una colección de los pintores flamencos, además de la hermosa colección permanente que posee, y a comer al Danubio langostinos, pulpos y ostiones más rioja. Todo en el centro histérico de la ciudad de México, tan caótico pero tan interesante y hermoso.
http://www.munal.com.mx/
http://www.danubio.com/
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Besos semanasanteros