Siempre

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lunes, 15 de noviembre de 2010

Batallas festejosas

He ido, entre el año pasado y este, a más fiestas de 50 años que las que fui de 15 cuando era joven y bella (ahora sólo soy bella).

Y creo que por algo será: veo más festejables estos cincuentenarios que la quiceañerez tan pesada de las niñas. A esa edad a unas les da por querer parecer mujeres pequeñas y se pintarrajean la cara, o se cargan algún noviecillo hediondo que los papás, por solapones, tienen que llevar a todos lados. A otras les da por querer seguir siendo niñotas y se ven raras jugando canicas con brassier. La cosa es que ni unas ni otras se hallan. Además, ¿qué festejan que hayan logrado ellas mismas?

Y luego a esas niñas les pasa lo que no creían (o querían) que llegaría: crecen, maduran aunque sea sólo por fuera y pasan a formar parte de ese congomerado de la población que los hombres llaman "ellas" y ellas llaman "nosotras". No sé cómo les toque el ser mujer a las niñas de hoy, sé cómo me tocó a mí una época llena de contradicciones que nos llevaron del papel de mamá-ama de casa de nuestras madres al triple de mamá-trabajadora-casa. Con el agregado de que nuestras madres y abuelas no tenían la obligación de estar guapotas a pesar de sus edades y que ahora la sociedad nos lo exige: guapotas y sanotas. Antes era lógico que la abuelita de cincuenta y seis años tuviese el pelo ya blanco y que no se maquillara, tuviera cintura ni usara vestidos de moda.

Mi generación, como ha trabajado, cuando cumple los 50 decide que se merece festejarlo porque se lo ha ganado a madrazos. Se mira en el espejo y piensa que nunca creyó -cuando tenía 15- llegar a la madurez en tan buen estado, sin haber necesitado hojalatería, pintura ni cambio de motor. Y valga esto para ambos sexos. Pensamos al ver hacia atrás cómo nos fuimos ganando todo lo que tenemos: familia, amigos, satisfactores, y nos sentimos contentos del esfuerzo hecho, más si nos acordamos que la palabra "crisis" no es nueva para nosotros. Desde nuestros primeros trabajos oímos que "el país está en crisis" y sobrevivimos a las devaluaciones de los ochentas, la quiebra del horror de diciembre, las caídas del sistema, el gran terremoto del 85 y las gripes asiáticas. A pesar de todo eso no nos rajamos ni nos amilanamos y henos aquí, sonrientes y campechanotes.

Batalla de las cosas pequeñas: esta batalla es contradictoria, se trata de no batallar con las cosas pequeñas. Habiendo tanta vida, ¿para qué gastarme en tarugadas? Guardo mis mortificaciones y angustias para las cosas grandes, y ojalá nunca las tenga que usar. Mejor disfruto de la vida que debería ser como este mes, con dos puentes relajados.

Castings que me faltan: me falta el de los pinchos, chupitos y alcoholes en general. Ya tengo el de comida, mesas, loza y música. La fiesta de quinceaños ochenta de mi madre tiene que salir a todo dar.

A mi guitarra le faltan cuerdas, a mí me faltan las anginas. Pero me sobran kilos, para que vean que toda edad tiene sus compensaciones.

Sabiduría de hoy: que ruede el mundo, que pa eso es redondo. Yo me dedico a mis cosas, a mis gentitas y a pensar en las vacaciones de navidad, así seguro que llego a ella contenta.

Frase quincenal pa irla pensando: Tengo lo que necesito, pero, ¿necesito todo lo que tengo?

9 comentarios:

Manuel Menéndez dijo...

Recuerda incluir siempre antes de mencionar la fiesta de tu madre que es sorpresa. Digo, pa que no vayan a regarla, pues.

Linneus dijo...

¿No te parece una novia bien adecuada para el tipo de la National Rifle Association?
Creo que se llama Primitiva Cuevas.
Puede que demasiado sofisticada para el hombretón que a punto estuvo de echar escaleras abajo a Michel Moore, cuando lo entrevistaba para "Bowling for Columbine"...
(¿Qué pensaría Lucille Ball de todo esto?).

Lorenitachula dijo...

Lucy planearía cómo estropear el plan. Sé lo que Riqui diría: "Dios mío, Dios mío..." (lo oigo mucho).

A. Manzanero dijo...

¿Y quién le enseñó a usted de qué modo se descorazonan las manzanas en lo alto de la pirámide, con su chorrito de pulque y todo?

(Se descuida uno y le levantan el Copyright).

Lorenitachula dijo...

Mi estimado chaparro y yucateco compositor de rimas forzadas. Dados vuestros antecedentes claramente mayas y mis traumas heredados de los abuelos en cuanto a que los indios yaquis nos mataban a los Yoris, como llaman en el norte a los blancos invasores, le explicaré que el pulque suele contaminar de su hediondez la pulpa de la manzana y que tal fruta no es apta para hacer curados de pulque. Para ello úsanse las fresas, el apio y la piña con todo y su corazón, que sí es hipertrófico y no con insuficiencia como el de la manzana.
Por si las dudas, compóngase una canción llamada "corazón empulcado" y véndasela a los de Maná. Pero regístrela, ya ve cómo está la cosa de los discos piratas. Una vez me compró mi mamá uno en Disneilandia con la canción de los Piratas del Caribe y su botella de ron, al cual me aficioné inmediatamente desechando toda probabilidad de tomar pulque enmanzanado o de intentar mezclar sidra y pulque en un afán fermentoso.
Cualquier duda, remitirse al email de esta nuestra comunidad.

Acisclo (manzanero) dijo...

Parece que me confunde usted, doña Lore; me llamo Acisclo Manzanero y nada tengo que ver con mayas canijos que le dan a la mandolina: "mayar" es lo que hago con las manzanas de mi lagar; así llamamos acá al desmenuce de las pomas, antes del apretujón final en la presa.
Así que no me venga usted con rancheras tibetanas, ni con remilgos pulqueados, ni me cuente lo de la piratería discográfica.
Y si le pega al ron que se compró en Disneylandia (¡horroris causa!) hágalo después de contestar la correspondencia, que luego me vacila con piñas hipertróficas y con sueros isotónicos. Y yo no la requiero para que me largue milongas zapateadas, sino para que tenga el coraje de reconocer que este cuate le contó a Vuecencia una historieta que hablaba de corazones de manzana extirpados en lo alto del zigurato: y que a las manzanas avisceradas se las aderezaba con su chorrito de pulquesito y su miajita de azucar y canela.
Pos na más que eso, doña Lore. No me gusta platicar por platicar. Sépalo reina

Lorenitachula dijo...

De reina nada, que mi madre, a Dios gracias, aún vive.

A.M. dijo...

Que sea por muchos años, Princesa.

Linneus dijo...

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Llegan en grandes bandadas los estorninos: il retourne l'hiber. Ici.