Siempre

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martes, 30 de septiembre de 2008

Mucha sabiduría otoñal

La semana, que ya ha arrancado y yo ni cuenta me di, pinta mejor. El clima, para empezar, se ha compadecido de nosotros y nos mandó algo de sol, aunque ya con fresco. Saquemos, pues, a orear y asolear nuestras ya enverdecidas almas. Saquemos también algunas prendas más tapadoras, atrás quedan los días de presumir escotes y chamorros.
Sigo considerando el suicidio de una personaja, aunque la pobre creo que merece un final mejor. ¿Sugerencias?
Sabiduría compartida: ahora es cuando aprovecharemos esas deliciosas calorías acumuladas en forma de botanas, helados y cocktailes. Nadie sabe para quién trabaja (lo siento por las que hicieron dieta).
Consejo gratis: Si una mosca o un zancudo está jode que te jode, ¿qué hacemos? ¡Exacto! lo aniqulamos. Si un bulto de cosas que no usamos hace que nos tropecemos a cada rato, ¿qué hacemos? ¡Exacto! nos deshacemos de él. Pensemos qué personas y/o quehaceres nos joden y nos estorban además de ser inútiles. Pensemos en ellos como moscas molestonas o bultos estorbosos.
Ya con que pensemos tantito mi consejo fue útil.
Pensamiento harto inspirador: "No todo el que jala una yunta es buey ni lo hace por su gusto".
Consultas de sabiduría en comentarios, gracias.

martes, 23 de septiembre de 2008

Pinole

Los horóscopos no están porque nuestra vidente profesional titulada, Madama Kakawada, está de merecidas vacaciones en su pueblo rural. Nos traerá para las limpias hartos huevos y hierbas surtidas. Pero ahora tenemos la encuesta, con temas candentes como este: las brujas. ¿Quién no se ha enfrentado a ellas en mayor o menor medida? Contéstenla, que es para fines totalmente científicos.
La semana: fría, con un clima deprimentemente gris y húmedo. Sólo con una botella de Viña Tondonia se aguantan estos caprichos climáticos. Ayer pensé que ya me estaban dando antibochornos hasta que vi al marido con suéter.
Consejo de la semana: Diversificarse o morir.
Sabiduría de la semana: Traga más pinole el que tiene más saliva.
Detallazo de la semana: Mijo el mayor alias er manolito, me trae mi dulcito cuando viene a comer saliendo del trabajo, más mono ni Tarzán.
Rabadilla: menos panda pero adolorida. Necesito un cojín anatómico porque no quiero cambiar mi silla, que era del despacho de mi abuelito.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Help

¡Oh! ¡Qué semana llevo y me falta el viernes!
Trabajo: terminado (el de hoy, que mañana hay más)
Gateada: inconclusa como siempre.
Cuello: tieso, adolrido y algo chueco hacia la izquierda, donde pongo el original para trabajar.
Rabadilla: pandeada. En plan cucaracha aplastada me echaría con gusto.
Escritura: Poca, realmente.
Decepción de la semana: Una mardita editorial.
Mal de muchos, consuelo de tontos: hay otras editoriales.
¡Quiero a mi mamáaaaaaaaaa!

Sabiduría de hoy: (sigue siendo gratis por tiempo limitado) El tiempo es el mejor sanador, demos tiempo al tiempo, dejémosle pasar. Sin exagerar que no nos estamos haciendo más jóvenes.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Fiestas Patrias y sabidurías varias

Un desorden, las fiestas patrias. Ayer mi casa se llenó de buzos y como no era cosa de echarlos a la fuente con sus tanques, estuvimos cenando y copeando. Yo creo que el tanque lo llenan de algún gas que afecta su cerebro porque por más que les expliqué, para que distinguieran a mis perras, que la grande es Chica y la chica es Chicha, jamás las distinguieron. Si serán.
Más desorden: la kermés de los Scouts. Tacos de canasta a las doce del día.
Plus desorden: se quedan a "dormir" como ocho mosntruos adolescentes en mi casa, que Dios me agarre confesada.
Yo no tengo puentes, ni en las muelas, así que estos días trabajo. Por lo menos cambio de tema, de unas lindas gastrostomías infectadas a unas autorizaciones francesas para sustitución hormonal. Romantiquísimo. Poesía pura.
Sabiduría gratis: No por mucho madrugar los hijos salen más temprano.
Consejo (también gratis): No molesten a los demás. Más vale que no nos vean a que nos vean con malos ojos.

lunes, 8 de septiembre de 2008

¿Sólo Veracruz es bello?

Partimos a Veracruz. En realidad hubiéramos querido ir a Acapulco pero cambiamos destino para llevar unos libros que le conseguimos al suegro. Para eso tuve la idea de buscar en librerías de usado porque son ediciones viejas que ya no hay: le compramos siete. El hijo mayor sólo fue para ver a su abuelo. Total, nos dijimos, hay piscina en el hotel y comeremos rico. Nos llovió todo el tiempo, de amanecer a dormir. Vimos los camiones turísticos con sus botargas de Mickey Mouse y de Shrek, con sus cabezotas hechas por los piñateros del mercado: horrorosas. Eso sí, el camión lleva sus cumbias distonantes a todo volumen y más focos que un árbol de navidad. Cuando era pequeña no en balde las pocas veces que llegamos a ir a Veracruz yo suspiraba por Condesa y por la Costera Miguel Alemán porque el turismo en Veracruz es gacho y no ha mejorado.
El pequeño iba algo agripado y en lugar de curarse con el aire de mar empeoró con la lluvia y porque el pobre intentó meterse a la piscina un rato en que amainó, para salir tieso como bacalao congelado. El suegro ni se dejó ver. Como el domingo amaneció peor, con aguacerazo y oleaje fuerte, nos regresamos temprano y le dejamos sus libros en el hotel. Comeríamos en Puebla pero la lluvia nos siguió y continuamos hasta casa.
Algo bueno hubo: El esposo pudo bucear el sábado, una cena deliciosa con un Chianti excelente y una comida sabrosa con cervezas al 2x1.
Próximas vacaciones a Hermosillo o algún lugar así de seco.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Rabadillas y escape

¡Oh! Cómo se sufre por estos días. Aparte de las lágrimas escurridizas y huidizas, tanto trabajo y tanto por escribir, me torcí la rabadilla, la parte baja de la espalda o, como decía mi papá que sabía mucho de anatomía: "el rabo". El domingo por la mañana iba a lavar un plato. ¿Cuánto se agacha una para eso? ¿Tres grados? Pues en ese movimiento tan leve me quedé tiesa con una cosa como ciática. La pierna derecha un palo y la rabadilla un dolor. Ahí parada lloré y me reí al mismo tiempo ante la atónita mirada de mi marido que debe haber creído que exageraba yo. Nada de eso, me costó mucho sentarme y hube de retacarme anti-inflamatorios. Me eché en la cama y para pararme llamé a un hijo: sola no pude. Para el domigo estaba mejor y el lunes ya bien.
Son muchos dolores y muchas latas, por lo que me voy a Veracruz el viernes, a tirarme en la piscina (con cojín o toalla enrollada bajo la cintura por si las moscas). Espero beber y comer bien, y no tener que agacharme.
Sabiduría de hoy: la histeria no es un fenómeno psicológico y puede considerarse como un medio supremo de expresión.
No me pregunten de dónde saco tanta sabiduría, soy una mujer de muchos recursos. Debo haber nacido así.